Artrosis de tobillo


¿Qué es la artrosis de tobillo?

Cuando hablamos de artrosis nos referimos a una enfermedad degenerativa de las articulaciones. Básicamente consiste en la pérdida del cartílago articular, la formación de osteofitos (picos de hueso) y la deformación de la articulación afectada. En la mayor parte de los casos como la rodilla y la cadera, se debe en gran parte a un componente genético, lo que llamamos artrosis primaria, que aparece lentamente a lo largo de los años.

La artrosis de tobillo a diferencia de la rodilla y la cadera (articulaciones mas frecuentemente afectadas por la artrosis) tiene como primera causa un antecedente traumático. En estos pacientes casi siempre hay un accidente previo con fractura de tobillo o esguinces graves que han dañado el cartílago. Es frecuente también el desarrollo de artrosis en los casos de deportistas (fútbol, baloncesto ) que desarrollan un pinzamiento de tobillo.

El tobillo tiene la peculiaridad que no soporta lesiones en el cartílago, incluso de unos milímetros. La articulación de la cúpula del astrágalo con la mortaja (formada por tibia y peroné), es altamente compleja y soporta fuerzas de varias veces el peso corporal. Es por ello que el tobillo tiende a desarrollar artrosis muy rápidamente en comparación con otras articulaciones, incluso meses después de una fractura.

¿Cómo se manifiesta?

La artrosis de tobillo se manifiesta con un dolor en la parte anterior del tobillo, progresivamente, se irá perdiendo la movilidad de la articulación con una ligera cojera al caminar. El dolor empeora sobre todo al caminar larga distancias, mas aún en terrenos irregulares. Con el paso de los años el tobillo comenzará a desviarse hacia dentro, deformidad en varo, lo que aún hace progresar mas rápidamente la artrosis.

¿Cómo se diagnostica?

En los casos avanzados bastará una radiografía simple de tobillo, la cual complementaremos con una radiografía en carga de la pierna para valorar si ya ha aparecido una pérdida del eje ya que el tratamiento cambia si hay una desaxación o deformidad. En los casos leves será la resonancia la que muestre cambios en el cartílago sobre todo en la cúpula del astrágalo. Es importante establecer un tratamiento precoz en esta fase para evitar las importantes consecuencias de un daño en el cartílago del tobillo desapercibido.

artrosis de tobillo
artrosis de tobillo

¿Cómo es el tratamiento?

En las primeras fases, cuando muchas veces no se le presta el suficiente interés, es cuando las medidas conservadoras pueden ralentizar la progresión de la artrosis:
– Inevitablemente deberemos hacer una modificación de la actividad, disminuyendo los golpes y percusiones propias de la carrera sobre el tobillo, es por eso que debéis evitar deportes de pelota, salto y raqueta.
– La musculación y ejercicios como bicicleta, elíptica disminuyen las fuerzas que soporta el tobillo y ayuden a perder peso, lo que aún descarga mas la articulación. Las férulas o ortesis no parece que eviten el desarrollo de la artrosis en estos casos.
– Al igual que en otras artrosis, os prescribimos suplementos nutricionales para el cartílago como Glucosamina o el Condroitin Sulfato, como parte de compuestos que combinan oligoelementos e inmuno-modulares naturales.
-Infiltraciones: El Acido Hialurónico intra-articular ayuda a lubricar la articulación y mejora el micro-ambiente dentro de la misma, notando efectos en la mejoría del dolor que duran alrededor de 6-8 meses. La terapia con infiltraciones con Factores de Crecimiento Derivados de las Plaquetas al igual que el hialurónico puede ofrecer una mejora parcial y temporal de los síntomas, pero no esta demostrado que realmente los cambios artrósicos puede revertir, quizá sí ayudar a enlentecer su progresión.
Cuando el paciente no puede realizar una vida normal y el dolor es incapacitante, es el momento de plantear una solución quirúrgica, para lo cual tenemos tres opciones en función del grado de artrosis, la actividad y la edad del paciente.

Artroscopia de tobillo

La Artroscopia de Tobillo se puede utilizar en casos no muy severos para retirar los osteofitos que limitan la movilidad del tobillo, realizar una sinovectomía (quitar la sinovial inflamada) y regularizar la superficie de cartílago irregular. Es una intervención ambulatoria (sin ingreso) y mínimamente invasiva que ayuda a evitar la progresión de la enfermedad. Con esta cirugía de rápida recuperación se puede mejorar mucho del dolor y retrasar varios años las medidas “definitivas”.

Fijación de tobillo: Artrodesis

En los pacientes jóvenes con artrosis severa de tobillo la técnica quirúrgica de elección sigue siendo la Artrodesis de tobillo, es decir, la fijación de la articulación. Puede parecer que se va a perder mucha movilidad y que va quedar una gran cojera, pero la verdad es que gran parte de los movimientos que atribuimos al tobillo, realmente se realizan en el pie. Sí que es cierto que se pierde la flexo-extensión del tobillo, pero con zapatos de suela de balancín tipo MBT, se gana mucha calidad de vida al desaparecer el dolor.
Es importante seleccionar bien el momento de realizar de la intervención, especialmente antes de que se “desvíe en varo” el tobillo, ya que si se realiza a tiempo puede realizarse por artroscopia con una fijación sin incisiones (percutánea). Ello permite además evitar que la artrosis se produzca además en las articulaciones del pie.
El resultado es muy bueno para quitar dolor, pero se pierde la flexo-extensión del tobillo, que queda en la posición más favorable para caminar. La prótesis de tobillo, a la que nos referimos a continuación, puede ser implantada, con mejor movilidad, pero el riesgo de aflojamiento y movilización o desgaste de los componentes es alto si se realiza una actividad física importante. La elección entre artrodesis o prótesis debe ser por el paciente tras una completa y clara información del cirujano.

artrosis de tobillo
artrosis de tobillo

Prótesis de tobillo

En los pacientes de mas edad con artrosis severa, y sin deformidad, la prótesis total de tobillo sí puede ser una buena opción.
Las prótesis de tobillo en la actualidad están compuestas por tres componentes, uno superior que se fija en la tibia, otro inferior que lo hace en el astrágalo (ambos de titanio) y otra pieza intermedia de polietileno que permite el desplazamiento y los movimientos de flexión y extensión que fundamentalmente tiene el tobillo.
La indicación de poner una prótesis de tobillo está condicionada por la edad, por el proceso que tiene la persona individualmente y fundamentalmente por la pérdida de calidad de vida que tenga y por la negativa a dejar sin movimiento el tobillo.
Es una cirugía que requiere que el cirujano ortopédico tenga una amplia experiencia en prótesis de otras articulaciones y en intervenciones quirúrgicas de tobillo, debiendo prestar mucha atención al cuidado de la piel, los tendones y los nervios, que en esa zona tienen muy poca protección.

Es importante conocer los riesgos como: rechazo, infección, movilización, luxaciones de la prótesis y dolor son los que pueden aparecer con baja frecuencia. De aparecer deberán ser tratadas convenientemente.
En el peor de los casos puede hacerse una artrodesis, es decir, la fijación de tobillo, indicación que sin duda es la alternativa terapéutica a la prótesis.

Los pacientes con la protesis de tobillo pueden hacer una vida normal, caminar y hacer deportes de baja demanda: natación, bicicleta y deportes similares pueden realizarse, así como el trabajo habitual, siempre que este no comporte una agresión a la prótesis. Es importante una atenta valoración por parte del especialista para seleccionar aquellos casos que se puedan beneficiar de este tipo de tratamiento.

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